miércoles, 17 de noviembre de 2010

Grabados guanches


están hechos con técnicas de rayado. Hay grabados con motivo de peces , rectilíneos y lineas paralelas o que se cruzan entre ellas.todavia se conservan en buen estado

La Mujer Guanche


Al contrario de lo que la gente pueda pensar, a pesar de que la sociedad guanche sea patriarcal, el papel de la mujer guanche tenía mucha importancia en la mayoría de los terrenos, que no quedó eliminado con la conquista.

En los Tagorores, hoy en día sus análogos serían los parlamentos y los juzgados, la palabra de la mujer nunca era refutada pues se partía de la base de que una mujer siempre decía la verdad, pues según las creencias guanches Abora, Dios, eligió a la mujer y no al hombre para concebir porque el alma de la mujer era más pura que la del hombre. Por ello los guanches no llamaban a testigos cuando una mujer daba su testimonio, sólo escuchaban su palabra

Mitos Guanches

La mitología o religión guanche era un cuerpo de creencias que constituían la religión pre-cristiana del pueblo aborigen guanche (Islas Canarias, España).


Según las creencias guanches, Guayota vivía en el interior del volcán Teide (Echeide, el infierno), Guayota era el demonio, el rey del mal. Según la leyenda, Guayota secuestró al dios Magec (dios de la luz y el sol), y lo llevó consigo al interior del Teide. Los guanches pidieron clemencia a Achamán, su dios supremo. Achamán consiguió derrotar a Guayota, sacar a Magec de las entrañas de Echeyde y taponar el cráter. Dicen que el tapón que puso Achamán es el llamado Pan de Azúcar, el último cono, de color blanquecino, que corona el Teide. Después según sus creencias un terremoto separó o fraccionó la isla de Echeide, hasta que se crearon las siete Islas Canarias. Tyterogaka (Lanzarote), Erbane (Fuerteventura), Tamarán (Gran Canaria), Achined (Tenerife), Gomera (La Gomera), Benahoare (La Palma) y Ezeró (El Hierro). Desde entonces Guayota permanece encerrado en el interior del Teide, cuándo el Teide entraba en erupción, era costumbre que los guanches encendieran hogueras con el fin de espantar a Guayota. Otra versión dice que esas hogueras servian para que si Guayota lograba salir de Echeyde, creyera que seguía en el infierno y pasase de largo.
La creación del Hombre:
En un principio era Achamán, dios poderoso y eterno que se bastaba a sí mismo. Antes de él sólo había la nada y el vacío, el mar no reflejaba el cielo y la luz aún carecía de colores. Achamán también se llamaba Abora y también Alcorac. A él debían su existencia las criaturas, pues creó la tierra y el agua, el fuego y el aire, y toda la vida que en ellos cabía. Achamán habitaba las alturas y a veces las cumbres de las montañas para regocijarse contemplando lo que ante su mirada se avivaba.
Un día se detuvo Achamán en la cima de Echeyde. Desde allí su obra le pareció más bella y perfecta, como si la descubriese por vez primera, y pensó que debía compartirla. Entonces decidió hacer a los seres humanos para que también ellos admirasen lo creado, para que de ellos hicieran uso y para que lo conservasen.