El mito de Naylamp y la estatua de Esmeralda.
Ambientado en Perú, concretamente en la desembocadura del río llamado antiguamente Fuquisllanga y actualmente conocido como Lambayeque, se dice que en època desconocida se estableció allí un hombre guerrero llamado Nailamp, proveniente de centro América.
Una vez allí ordenó la construcción de su primer templo llamado Chot (conocido ahora como Huaca Chotuna), ya que se consideraba así mismo un dios y defendía su origen divino. Después trajo consigo un ídolo que colocó como jefe e imagen del templo, hecho de piedra verde (identicada como esmeralda), a la que llamaron Yampallec, que significa estátua o esfinge de Nailamp, ya que se decía que compartía el mismo tamaño, imagen y atributos del guerrero.
Nailamp dedició así enterrarse en el templo de Chot con la estatua, desapareciendo sin más de su propio pueblo sembrando la duda y haciéndole que se planteasen la posibilidad de la inmortalidad. Pensó también que entrerrándose con la estátua podría seguir conservando el mando del pueblo y seguir gobernándolo conservando su memoria.
Dejó varios descendientes directos, para que divulgasen su historia, la cual había creado el mismo basado en la resurección y su inmortalidad y defendiendo que seguía su gobierno desde el cielo. Sus familiares para darle realismo a la historia se esparcieron por toda la región para buscar el cuerpo de Nailamp, haciendo que el pueblo creyese en la inmortalidad de su jefe, ya que el cuerpo no aparecía.
No obstante para seguir preservando el título de raza divina e inmortal, su hijo mayor llamado Cium se enterró junto con su padre y la esfinge para proteger el secreto. Pero su último hijo Tempellec, el duodécimo concretamente, rompió la tradición queriendo cambiar el lugar de ubación del ídolo, desenterrándolos y mutilando la leyenda de Nailamp. Por este hecho se dice que se le apareció el demonio con forma de mujer bella seduciéndolo, no pudo resistirse a la tentación y se dejó llevar por ella. A partir de ese momento comenzó la desgracia y el castigo. La lluvia empezó a caer sin cesar, lo que trajo como consecuencia la inundación de las ciudades, la destrucción de los caminos, la pérdida de las cosechas, la muerte de los animales y la huida de los hombres, a los que naturalmente siguió un año de la más completa esterilidad, sequía y hambruna. Todo era desolación, miseria y desgracia y sobre el primitivo Estado mochica cayó la cólera del cielo.
Por ser el causante de la desgracia los sacerdotes del templo Chot lo consideraron el demonio, por de haber roto la costumbre, quebrantado la fe y desobedecido la ley y en una procesión fue arrojado al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario